Con estas premisas, los modelos EXPORT son una adaptación de cada máquina, más en los casos necesarios, unos kits de repuestos. Éstos son una recopilación de las piezas que estadísticamente serán las primeras en necesitar ser sustituidas debido a su desgaste mecánico normal. De esta manera optimizamos la satisfacción del cliente y mediante esta pericia se evita el uso de cualquier servicio externo de reparación y/o del acopio de materiales para mantenimiento.
Igualmente estos dosificadores EXPORT llevan incorporados el mayor esmero integrado en cada una de sus piezas. ¿Qué quiere decir ésto?. Pues que las piezas más críticas de las máquinas son sustituidas por otras de mayor durabilidad, bien porque tienen tratamientos especiales, bien porque sus materiales son más duros. De esta forma algunas piezas para estas máquinas se conciben como “sempiternas”.

Por último, cada una de estas máquinas es sometida a un chequeo extra que garantiza un 0 % de errores de fabricación.

La única obligación del cliente a fin de conservar esta durabilidad y las características exactas de ajuste y funcionamiento es utilizar siempre piezas originales y seguir en todo momento los consejos del manual de instrucciones o cualquier otro de nuestro departamento técnico. Con esta simbiosis con cada cliente conseguimos prolongar la vida de servicio de nuestra maquinaria manteniendo una capacidad elevada.

Para cuando el cliente necesita de verdad de nuestro servicio directo, ha pasado un tiempo lo suficientemente prudente como para que exista una relación de satisfacción y confianza plena tanto en la máquina como en la atención personalizada que damos. Antes de necesitar de nuestros servicios, casi todos nuestros clientes han repetido en comprar. ¿Existe mejor recompensa para un fabricante?